rotulos Barcelona

Turismo tipografico y los rotulos en Barcelona

rotulos Barcelona

Letreros y logos ejercitan de guías y nos explican la historia de ciudades como los rotulos Barcelona (Capital Condal).
Hay ciudades escritas en cursiva y otras hechas con neón. Asimismo las hay inscritas en azulejos, como Sevilla. «La tipografía que la identifica es de repercusión inglesa, la de los rótulos con los nombres de las calles, creados en la factoría de porcelana de Pickman, famosa como La Cartuja, que desde el siglo XIX están en el imaginario colectivo», explica Alejandro Rojas, impulsor de Sevilla Design Walk, una cita anual para difundir la cultura del diseño en la que se efectúan rutas o bien safaris tipográficos. Se trata de una manera diferente de hacer turismo que cada vez tiene más adeptos, desde el la capital de España más tradicional al londinense distrito hipster de Dalston: fijarse en los detalles, conocer la ciudad y su historia mediante sus carteles, letras y rótulos.

La tipografía desempeña un papel esencial como instrumento de comunicación y expresión de sentimientos. La ciudad es un espacio escrito y rotulado, y las letras la definen, mantiene Laura González, maestra de Diseño en el CEU. «La llamada letra vasca está muy presente en carteles y toldos en Bilbao; habla de identidad y de tradición, fortalece la idea de historia», apunta Begoña Viñuela que en su weblog ha creado un mapa con un recorrido por la ciudad del Nervión. «En el Casco Viejo están los letreros más propios, son patrimonio y reflejan una época». Reivindicar y eludir que se pierdan esos trazos que cuentan la historia urbana es la meta del proyecto Letras Recuperadas, del valenciano Juan Nava, que en su página web contesta y archiva letreros que pronto podrían desaparecer de las calles.

No perder la identidad. «Los rótulos definen una época en el diseño ambiental y los diseñadores podemos aprender mucho analizándolos. Deberían cuidarse, no solo por ley, sino más bien por los pies en el suelo, son historia de la ciudad», defiende Pablo Gámez. La capital de España es el centro de sus rutas. Tenemos múltiples recorridos, mas aconsejo el del Distrito de las Letras hasta la Imprenta Municipal, con letreros viejos y anécdotas sorprendentes.

De placas de alcantarillas a servilletas, todo tiene cabida en los recorridos ológrafos por Barcelona
La homogeneización de los espacios públicos, ha favorecido la pérdida de la identidad inherente a cada ciudad, si bien algunos centros urbanos han sido capaces de preservar su material gráfico y forjar un valor añadido, entra aqui. Los carteles conforman el ADN tipográfico de los barrios, agrega Sarah Hyndman.  Podemos localizar un cine Art Déco, neones de clubes…. Los recorridos son infinitos y su indicio asimismo puede seguirse online.

La ciudad condal debe su buena imagen a Gaudí, el Barcelona, la Rambla y cientos y cientos de edificios y también iconos que la han moldeado en el imaginario universal. Más es el barcelonés de a pie, el único siendo consciente de símbolos que, por muchos lavados de cara a los que se someta la ciudad, perviven. Marcas del paso del tiempo que la ciudad se niega a desamparar, quizá para anular la creciente sensación de ser un parque temático para el turista.

Esos visitantes, cegados por las compras en Portal de l’Àngel, pasean sin prestar atención al termómetro que rige en el número cuarenta y cuatro. Una columna roja de veintidos metros que no ha variado su aspecto en cincuenta y seis años. Asimismo continúa el búho que a todos guiñaba el ojo en la confluencia de la Diagonal con Passeig Sant Joan. La estructura, instalada en los setenta, ha subsistido a la empresa que lo erigió. Restaurado en dos mil once, subsistió aun a una Ordenanza aplicada en dos mil cuatro contra todos y cada uno de los rótulos obsoletos. Absuelto el icono urbano, ya no se le ve relucir en la noche ni guiña el ojo, mas quien pasea por la zona se sabe observado.

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