En las maquetas de aviones, historia de los hidroaviones

maquetas de aviones

Empleo de los hidroaviones

Muchas aeronaves civiles modernas tienen una versión hidroavión, en general para transportes ligeros a lagos y otras zonas recónditas. Asimismo han continuado en servicio para misiones contra incendios, y la mayor parte de las veces, son aeroplanos anfibios con lo que pueden operar tanto en tierra como en el agua. De todos estos, el modelo más conocido para el público y plasmado en las maquetas de aviones, es el «Bombardier Canadair CL415», experto en la lucha contra incendios forestales en abundantes países, operado por organismos civiles o bien militares.

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Los hidroaviones solo pueden despegar y amerizar cuando no existen olas o bien estas son pequeñísimas y, como a cualquier otra aeronave, el mal tiempo les impone restricciones. El tamaño de las olas con las que un modelo determinado puede amerizar depende del tamaño del aeroplano y de sus peculiaridades. Los hidroaviones de flotadores tienen más restricciones que los de casco, que son generalmente más estables en el agua que los primeros.

Las organizaciones de Salvamento Marítimo acostumbran a emplear hidroaviones, en tanto que de esta forma exactamente la misma aeronave puede hacer la busca y el salvamento. En consumo de carburante, los hidroaviones son más eficaces que los helicópteros, y además de esto, si el tiempo lo deja, pueden amerizar si se les agota el carburante o bien brota una urgencia a bordo.

No obstante, la polivalencia y flexibilidad del helicóptero ha supuesto que este tome el papel de busca y rescate (SAR). Sirva como un ejemplo el caso de el país nipón, donde el modelo «Shin Meiwa SS-1/-dos» fue reemplazado por helicópteros, del mismo modo que hace el Servicio de Guardacostas en EE.UU. desde hace unos años.

Se emplean en áreas recónditas, como Alaska y Canadá, en especial en donde existen muchos lagos o bien estuarios que dejan su despegue y amerizaje de modo simple sin habilitar pistas. Operan como vuelos chárter y como servicios regulares.

Historia

El veintiocho de marzo de mil novecientos diez, el aviador francés Henri Fabre voló por vez primera un hidroavión al que bautizó Le Canard (en francés, el pato). Despegó desde el étang de Berre (laguna de Berre) en Martigues, Francia.
Glenn Hammond Curtiss, de Hammondsport (New York), logró en el primer mes del año de mil novecientos once ser el primer americano en desarrollar y volar un hidroavión.

Empleo Militar

A lo largo de la Primera y Segunda Guerras Mundiales, las Marinas de guerra emplearon hidroaviones para reconocimiento y lucha antisubmarina. Muchos acorazados y cruceros llevaban una o bien dos catapultas para lanzar hidroaviones de reconocimiento o bien con los que seguir blancos fuera de su horizonte, sobre los que podían disparar merced al alcance de sus cañones.

En la Segunda Guerra Mundial, el empleo de hidroaviones se hizo más extensivo, sobre todo para tareas de reconocimiento, rescate y ataque. Fue el país nipón quien le dio más empleo a los hidroaviones, tanto en reconocimiento como para tareas de ataque, como es el caso de los Seiran. El país nipón llegó a construir submarinos I-400 (Sentoku) para transportar hidroaviones que pudiesen agredir las esclusas del Canal de Panamá. Uno de los hidroaviones nipones más grandes construidos en esa fecha fue el «Kawanishi H8K2» Emily, que fue empleado para misiones de largo alcance (siete mil quinientos km).

También la Armada Imperial Nipona dotó a la mayor parte de sus unidades con diferentes tipos de hidroaviones con fines de reconocimiento y ataque. Un caso de esto fue la conversión de uno de los cruceros pesados, el Mogami. Aun se llegaron a convertir acorazados para transportar hidroaviones como es el caso de la clase Ise.
En la Batalla de Midway, uno de los hidroaviones de Nagumo falló en el reconocimiento temprano del contrincante y esto cobró una suma importancia en el resultado de la batalla.

Fuente: http://maquetasymodelismo.es/10-maquetas-de-aviones